
La Posada de la Villa es un auténtico tesoro de Madrid que ha estado sirviendo delicias desde 1642. Ubicada en Cava Baja, 9, en pleno corazón de La Latina, este restaurante centenario no solo conserva la esencia de las antiguas posadas, sino que también revive la cocina madrileña más auténtica. Si te encanta la comida tradicional, aquí podrás disfrutar de especialidades como el cordero lechal asado en su horno de leña y el famoso cocido madrileño, que necesitas reservar por adelantado.
El ambiente en la Posada es simplemente encantador, perfecto para una cena con amigos o una comida en pareja. Con una puntuación de 4.4 sobre 5 en Restaurant Guru, destaca por la calidad de su comida y ese toque hogareño que te hará sentir te transportas a otra época. ¿Te imaginas degustar un buen plato de jamón, morcilla o algunos callos, todo mientras admiras la decoración que evoca la historia de Madrid? ¡No te lo puedes perder!
Horarios Posada de la Villa
| Día | Hora |
|---|---|
| lunes | 12:45–15:45, 19:45–23:30 |
| martes | 12:45–15:45, 19:45–23:30 |
| miércoles | 12:45–15:45, 19:45–23:30 |
| jueves | 12:45–15:45, 19:45–23:30 |
| viernes | 12:45–15:45, 19:45–23:30 |
| sábado | 12:45–15:45, 19:45–23:30 |
| domingo | 12:45–15:45 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación Posada de la Villa
Cuál es la historia de la Posada de la Villa
¡Hey, amigos! Si estáis por Madrid, no podéis dejar de pasaros por la Posada de la Villa, un sitio que grita autenticidad en cada rincón. Ubicado en C. de la Cava Baja, 9, este lugar no solo es un restaurante; es un auténtico rincón madrileño donde el encanto y la tradición se fusionan. Aquí, la comida no es solo para llenar el estómago, ¡es un festín para los sentidos!
Si vais a tapear, las croquetas y la cebolla son un must. La presentación es fabulosa, y la textura es pura mantequilla, ¡se deshacen en la boca! Y si optáis por un plato más fuerte, el cordero asado es simplemente exquisito. Que nadie olvide acompañarlo con una ensalada de escarola y, de verdad, pediros un clarete de la casa para brindar. La atención es otra de las joyas del lugar, tanto por parte de los metreees como del resto del personal, ¡os sentiréis como en casa!
El ambiente es para enamorarse; imagina un antiguo molino de harina convertido en un restaurante clásico y acogedor. Hay un horno que le da un toque especial y le aporta ese aire entrañable. Aunque los precios pueden parecer un poco elevados, os aseguro que, por lo que probáis, merecen la pena. ¡Preparad entre 50 y 90 euros por persona según lo que pidáis! Pero cada bocado, desde las croquetas hasta el sorbete de limón con cava para cerrar, es una experiencia que recordaréis.
Ahora, ¿cuál es la historia de la Posada de la Villa? Más que un simple restaurante, es un clásico madrileño que ha ido evolucionando a lo largo de los años. Antiguamente, era un molino de harina, y hoy en día se ha transformado en una taberna centenaria donde la cocina de mesón es la reina. Aquí no solo disfrutaréis de una buena comida, sino de un viaje al pasado en un ambiente lleno de historia y buen yantar. Así que ya sabéis, si pasáis por la Cava Baja, ¡este lugar es una parada obligatoria!
Desde cuándo está en funcionamiento la Posada de la Villa
Y hablando de experiencias inolvidables, este fin de semana visité La Posada de la Villa y, la verdad, ¡fue una maravilla! Desde que entras, te atrapa ese ambiente histórico que te hace sentir como si hubieras viajado en el tiempo. Las paredes de piedra, la madera, y esa decoración tan castiza crean una atmósfera bastante acogedora. Y no me puedo olvidar del cordero asado al horno de piedra; es, sin duda, uno de los platos más espectaculares que he probado. ¡Una auténtica delicia que no puedes dejar de probar!
No solo la comida estaba a otro nivel, sino que el servicio también fue impecable. Nos atendió Roberto, un profesional de toda la vida que hizo que nuestra velada fuera aún más especial. Cogimos unas gambas al ajillo de primero que estaban de muerte y, junto con la chistorra, nos dejaron con ganas de más. La comida fue francamente buena, y a pesar de que el total fue de 168 euros para dos, ¡valió cada céntimo! Con una botella de vino de la casa y un postre delicioso, salimos más que satisfechos.
Y aquí viene lo mejor: el ambiente es castizo y auténtico, muy diferente a los restaurantes de la zona que a veces parecen más para turistas. Este lugar tiene un alma propia y, si te fijas, verás que la media de edad del personal supera los 50 años, lo cual ya es una buena señal de que están haciendo algo bien. Además, el tercer piso tiene una cubierta de madera en forma de naveta que es impresionante.
Así que ya sabes, si estás en el centro histórico de Madrid y buscas comida tradicional de calidad, La Posada de la Villa es tu lugar. Perfecto para familias, ya que admiten niños, y aunque encontrar aparcamiento puede ser un reto, ¡merece totalmente la pena! Por cierto, este clásico de Madrid lleva en funcionamiento desde hace un buen tiempo, lo que lo convierte en una de esas joyas que no te puedes perder. ¡No dudes en incluirlo en tu próxima visita!
Dónde se encuentra ubicada la Posada de la Villa en Madrid
La Posada de la Villa es uno de esos lugares que, una vez descubres, te preguntas cómo pudiste pasar tantas veces por su puerta sin entrar. Con una puntuación de 4 estrellas, este restaurante no decepciona, sobre todo si buscas buena comida y un ambiente agradable. La decoración es maravillosa y tiene ese toque auténtico que invita a quedarse. Además, si eres fan de la cocina típica española, este es tu sitio, ¡con unos platos que son pura delicia!
Hablando de platos, no puedes dejar de probar el cordero asado. Te prometo que está para llorar de lo exquisito que es. Y si te va más lo salado, las chuletas de lechal y la sopa de ajo también son altamente recomendadas. Aunque, ojo, lo que menos me convenció fue la limpieza del utensilio que traían en la jarra de sangría; parecía que no lo lavaban desde que inauguraron el sitio. Creo que es un detalle que deberían poner un poco más de atención.
El servicio también fue muy bueno; nuestro mesero fue atento y amable durante toda la cena, lo que siempre suma puntos. De hecho, se siente que hay un buen ambiente general en el lugar. En cuanto al precio, varía entre los 30 y 60 € por persona, pero la calidad de la comida y el servicio lo hacen valer. Y no olvides dejar espacio para el postre; te va a encantar la leche frita.
Entonces, si te preguntas dónde está la Posada de la Villa, pues está en C. de la Cava Baja, 9, en pleno centro de Madrid, un lugar con historia y un encanto que te atrapa. Si aún no lo has visitado, ¡tienes que hacerlo!
Qué tipo de cocina ofrece la Posada de la Villa
La Posada de la Villa es uno de esos sitios que suena bien en la teoría, pero a veces el menú te deja un poco desilusionado. Te cuento que le pongo 3 estrellas porque, aunque la comida está bastante buena, los precios son un verdadero atraco. Para que te hagas una idea, el revuelto de huevos con setas no solo era una ración bastante pequeña, sino que también te costaba 22 euros. ¡Un timo, vaya! Eso sí, las croquetas eran riquísimas y el cordero asado… ¡Menos mal que eso estuvo a la altura! Aquel plato es un espectáculo en sí mismo, y bien vale visitarlos solo para disfrutarlo.
Y si hablamos de precios, a mí lo de que me cobren 15,6 euros por un par de rodajas de pan me parece de locos. Yo no sé en qué mundo eso puede ser lógico, así que cuidado con eso. Ojo, que no todo fue malo; el ambiente es bastante agradable y tienen un trato muy cordial que compensa un poco lo del bolsillo. De hecho, nos invitaron a un platito de croquetas y unas trufas con el café, detalles que siempre suman puntos.
Sin embargo, la experiencia en la Posada de la Villa está lejos de ser un desastre y, a veces, uno se siente a gusto comiendo, especialmente si elegiste el cordero. El lugar es amplio y, para ser un día como el de la madre, salimos contentos. Menos mal que el precio fue razonable en comparación con otras opciones del centro de Madrid, aunque sí, 70-80 euros por persona no es un regalo.
Ahora, respecto a tu pregunta sobre qué tipo de cocina ofrece la Posada de la Villa, podría decirse que se especializan en cocina tradicional española, con un enfoque destacado en asados como el cordero y la morcilla. La mezcla de platos clásicos y un par de detalles que los hacen especiales les da su toque, aunque eso sí, uno tiene que estar preparado para sacrificar un poco del presupuesto si quiere disfrutar de lo mejor del menú.
Cuáles son algunas de las especialidades que se pueden degustar en este restaurante
Y si te decides a visitar Posada de la Villa, te vas a dar cuenta de que es uno de esos lugares donde la historia y la buena comida se dan la mano. Está en el corazón de Madrid, en C. de la Cava Baja, 9, y cuando entras, sientes que te transportas a otro tiempo. El ambiente es acogedor y elegante, con un toque de tradición que hace que te enamores parece que estuvieras en una película.
Ahora, hablemos de lo que importa: ¡la comida! Tienes que probar su famoso cordero asado en horno de leña. Una maravilla que, si no es muy tarde, puedes pedir sin necesidad de encargarlo de antemano. Te lo trocean en la mesa, lo que le da un toque especial y te permite disfrutarlo al máximo. Y si no eres de esos que come mucho, no te preocupes; una ensalada variada puede ser el complemento perfecto. Pero, vamos, ¡quién puede resistirse a un plato estrella como ese?
Y ni hablar del postre: el milhojas es realmente digno de reseña. Es algo fuera de lo común, y después de semejante festín, un sorbete de limón te deja fresco como una lechuga. Ah, y para que no te olvides de los detalles, durante la espera te sirven unas croquetas que están para chuparse los dedos, y después una selección de tejas y trufas que son el cierre perfecto para la comida.
Los precios son un poco más altos, pero te diría que son más que razonables para la calidad que ofrecen—unos 120 euros para dos personas, incluyendo un par de vermús y copas de vino de la casa. Y si planeas ir, mejor haz una reservación, ya que el lugar suele llenarse, especialmente si quieres probar ese delicioso cordero. Así que ya sabes, si estás buscando un sitio donde disfrutar de la buena comida en un entorno histórico, Posada de la Villa es un imprescindible. Las especialidades que no te puedes perder aquí incluyen el cordero asado, el cocido y, claro, esos postres que hacen que quieras volver una y otra vez. ¡Disfruta de la experiencia!
Es necesario hacer reservas para probar el cocido madrileño en la Posada
Y, claro, si estás buscando un lugar que te deje con el paladar encantado, no puedes dejar de probar el cordero lechazo en la Posada de la Villa. No exagero cuando digo que es uno de los mejores que he comido en Madrid. La carne está tan tierna que se deshace en la boca. ¡Y combinado con ese ambiente acogedor, hace que cada bocado sea aún más especial! Es el tipo de comida que te hace querer volver a por más, y eso lo hace perfecto para una cena con amigos o incluso una cita romántica.
No puedo pasar por alto el excelente servicio que ofrecen. Los meseros son súper atentos y amables, se nota que están bien entrenados y saben lo que hacen. Desde que entras, te hacen sentir como en casa. La verdad es que el servicio es tan bueno que se merece otra estrella más en la reseña. Y, por supuesto, los chefs deben recibir un aplauso por todo el esfuerzo. Puedes sentir que cada plato es preparado con dedicación y pasión, ¡se nota un montón!
En cuanto a los precios, puedes esperar gastar entre 40 y 50 € por persona, que vale cada euro considerando la calidad de la comida y el lugar. Realmente, si quieres disfrutar de una experiencia gastronómica memorable, este es el sitio. La atmosfera también suma, así que está bien para cualquier ocasión, ya sea celebrando algo o simplemente buscando disfrutar de una buena cena.
Ahora, si te estás preguntando si es necesario hacer reservas para probar el cocido madrileño, la respuesta es sí. Este plato estrella atrae a bastante gente, especialmente los fines de semana, así que más vale que te asegures de tener tu mesa reservada. No querrás perderte esa experiencia culinaria, ¿verdad? ¡Así que ve al sitio web y asegúrate de reservar!








