Si buscas un lugar con encanto y buen comer, el Restaurante El Zaguán en C. de Peña Lisa, 2, es una parada obligada en Becerril de la Sierra. Este sitio combina lo mejor de la cocina mediterránea y española en una decoración que te hará sentir como en casa, con un ambiente romántico y acogedor que invita a quedarte un rato más. Sus platos son una delicia, y no te puedes perder la brocheta de rape y langostinos que viene con una explosiva salsa de jenjibre y lima.
Con una calificación de 4.1 sobre 5 en Restaurant Guru y más de 750 reseñas, es evidente que a la gente le encanta. Aunque a veces puede haber un poco de espera, sobre todo los fines de semana, el servicio es altamente valorado por su dedicación y esmero. Si planeas visitarlo, ¡mejor ve con tiempo! Así podrás disfrutar de su carta variada y de un ratito agradable en este oasis gastronómico de la Sierra Norte.
Horarios Restaurante El Zaguán
Día | Hora |
---|---|
lunes | Cerrado |
martes | Cerrado |
miércoles | Cerrado |
jueves | 13:00–16:30, 20:00–23:30 |
viernes | 13:00–16:30, 20:00–23:30 |
sábado | 13:00–16:30, 20:00–23:30 |
domingo | 13:00–16:30 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación Restaurante El Zaguán
Dónde se encuentra el Restaurante El Zaguán
¡Hola, gente! Hoy quiero hablarles de un lugar que he visitado recientemente y que, bueno, ha recibido opiniones de todo tipo: El Zaguán, un restaurante situado en C. de Peña Lisa, 2, 28490 Becerril de la Sierra, Madrid. Atrás quedaron los días en que me emocionaba solo con su fachada, porque aunque el lugar es muy bonito y está lleno de luces, la verdad es que no siempre puedes confiar en que el sabor iguale la decoración. La última vez que fui, me decepcionó un poco. El pan con tomate estaba bien, un pelín picante gracias al jamón serrano, pero esperabas un poco más en una cena de alrededor de 30-40 € por persona. Y, la cazuela de setas... bueno, tampoco era nada del otro mundo.
Ahora, no quiero que piensen que todo fue un desastre. El Luis Cañas seguía ahí para salvar la noche, ¡nunca falla! Pero, entre las luces y los adornos, me esperaba más de los platos. Hablando de luces, si buscas una cena romántica o algo así, la iluminación está de moda, pero la calidad de la comida parece que no está a la altura, al menos en esta visita. El crep de manzana estuvo un poco soso, no era precisamente lo que te deja paladeando más. El servicio fue correcto, pero nada que tire cohetes, como el ambiente. ¡No te quedes con un sabor amargo!
Por otro lado, si buscas una experiencia más auténtica, escuchen lo que les digo sobre el Zaguán antiguo. Ese sí era un lugar que estaba detenido en el tiempo pero lleno de sabores únicos. El rabo de toro era un espectáculo, ¡tiernísimo y jugoso! Y qué decir de las croquetas, hechas como Dios manda. Pero ahí también tuvimos que lidiar con un grupo de maleducados que arruinaron un poco la velada, ¡cómo puede ser que haya gente así en un sitio tan acogedor!
Así que, si te preguntas dónde se encuentra el Restaurante El Zaguán, ya lo sabes: en C. de Peña Lisa, 2, 28490 Becerril de la Sierra, Madrid. Y vete con tiempo porque aquí la comida se disfruta despacio, como en casa. Quien sabe, quizás la próxima vez que vayas te lleves una gran sorpresa. ¡Suerte y buen provecho! ️✨
Qué tipo de cocina ofrece El Zaguán
No puedo dejar de hablar de El Zaguán. De verdad, si buscas un lugar donde la comida sea no solo una necesidad, sino un auténtico deleite, este es el sitio. Cinco estrellas no le hacen justicia. La atención es tan espectacular que te hacen sentir como en casa, pero con ese extra que solo puedes encontrar en un buen restaurante. Es perfecto para una cita romántica o para salir en familia. Cada vez que voy, me sorprende cómo logran crear un ambiente tan acogedor. ¡Ideal para relajarte y disfrutar!
Imagínate esto: el sol entra a raudales por los ventanales y tú te sientes en una obra de arte. Esa ensalada de queso de cabra que probamos, con su toque de miel y esos pétalos de higo, era completamente impresionante. Casi pedí un caballete para pintarla. Pero es que el aroma a rabo de toro que venía desde la cocina te atrapa y te hace olvidar lo bella que era la ensalada. ¿Y ese momento en que mi esposa empuñó el tenedor como si fuera una espada? ¡Lo mejor fue el ataque! Cada bocado de ese rabo te lleva a otro nivel de sabor. ¡Tienes que probarlo!
No puedo dejar de mencionar las croquetas de gambas al pil-pil que estallaban en la boca de una forma mágica, o el arroz con bogavante, cremoso y lleno de sabor, que nos llevó a soñadas calas mediterráneas. Y el vino, un Rioja reserva que hacía que el corazón latiera un poco más rápido. Después de tanta maravilla, rematamos con la torrija de leche merengada y helado de almendra. Fue un final digno de película. Todo fue una experiencia, no solo una comida.
Si no pruebas el rabo de toro, estás perdiendo una joya de la cocina castellana. Y si lo rematas con un poco de su licor de hierbas, conocido como los secretos de monja, entonces ¡estás en el cielo! La cocina que ofrece El Zaguán se basa en sabores tradicionales y recetas castellanamente auténticas que han pasado de generación en generación, elaboradas con cariño y un toque innovador. Todo esto cocido a fuego lento, asegurando que no se pierda ni una gota de sabor. Así que, si buscas una experiencia gastronómica que te haga volver, ya sabes dónde ir. De verdad, no te arrepentirás. ✨
Cuál es la dirección exacta del restaurante
Y hablando de El Zaguán, de verdad, ¡qué lugar tan increíble! Todo tenía un toque especial, como si cada plato estuviera hecho con mucho cariño. Recuerdo perfectamente la ensalada de queso de cabra que nos pusieron al principio. Esa mezcla fresca y el queso cremosito se complementaban a la perfección con las nueces caramelizadas y ese chorreón de miel. ¡Era como ser feliz en un plato! ¿Y el arroz con bogavante? No puedo dejar de pensarlo; estaba caldosito, con ese sabor a mar que casi te transporta a la playa. De esos platos que te hacen suspirar mientras comes.
Las croquetas de gambas al pil-pil eran otra historia. Cremositas por dentro y crujientes por fuera, ¿verdad? Esa mezcla de texturas es la que te puede enganchar. Y lo mejor, ese picorcito justo que dan ganas de pedir un plato más. Lo de cerrar la noche con un crêpe de manzana caramelizada fue simplemente el cierre perfecto para una velada espectacular. Todo tenía un punto entre lo elegante y lo casero, como comer en casa pero con un chef que sabe lo que hace. El servicio, además, fue de lo más amable, siempre con una sonrisa, lo que hace que la experiencia sea aún más agradable.
Por otro lado, no voy a dejar de mencionar esas experiencias que, lamentablemente, no son tan buenas. Hay gente que ha compartido historias sobre el lugar que son todo lo contrario, y es una pena. Pero si hablas de lo bonito, de lo que realmente hemos vivido, me quedo con esa generosidad en las porciones y la relación calidad-precio.
Así que si alguna vez se preguntan dónde está El Zaguán, la dirección exacta es C. de Peña Lisa, 2, 28490 Becerril de la Sierra, Madrid. ¡No duden en visitarlo! Les prometo que la pasarán genial.
Qué platos destacan en el menú de El Zaguán
Y hablando de sabores, ¡hay que mencionar esos judiones de la granja! La primera vez que los probé pensé que eran solo un plato más, pero, honestamente, fue como bajar del cielo a una mesa de Navidad. Si tienes la suerte de que te lo sirva Gabi, ya estás en buenas manos. Es su intuición maternal la que hace que todo sepa tan bien. Y seamos claros, el entrecot es para llorar de lo jugoso que está. Mi abuelo, que es el rey de la parrilla, seguro que estaría orgulloso de ese plato. ¡Y no te olvides del licor de hierbas al final! Te deja con el alma llena.
Claro, no todo es color de rosa, como en toda buena historia gastronómica. Nos encontramos con que el servicio puede ser un poco... despistado y caótico. En una de nuestras visitas, nos quedamos sin aperitivo mientras a otras mesas les servían, y eso no es muy agradable, ¿verdad? Pero hemos decidido darle otra oportunidad porque, aunque algunas cosas no fueron perfectas, el ambiente es acogedor y perfecto para una comida tranquila, lejos del bullicio de la ciudad.
Ahora, hablemos de esos platos que deberías probar sí o sí cuando vayas a El Zaguán. Primero, la cazuela de judiones que, a todos los que les gusta comer hasta quedar satisfechos, les encantará. Luego está el rabo de toro, que sabe a gloria auténtica, como el que te haría tu abuela en casa. Si eres de los que disfrutan un buen dulce, el helado de turrón es un must al final de la comida, es la guinda perfecta a una experiencia ya de por sí deliciosa. En resumen, si vas a El Zaguán, ¡prepárate para comer bien y disfrutar de un ratito agradable! ¿Te animas a probar?
Qué es la brocheta de rape y langostinos
No sé si te habías enterado, pero el Restaurante El Zaguán ha tenido sus altibajos últimamente. Estábamos deseando celebrar un evento familiar y habíamos hecho nuestra reserva con anticipación. Al llegar, nos encontramos con una fiesta de disfraces en marcha. ¡Imagínate la decepción! ♂️ Nos sentimos un poco desamparados porque, además, no nos avisaron de que tenían otro compromiso. Era como si no les importara nuestro evento. Cuando fuimos a preguntar, la encargada ni siquiera tuvo la amabilidad de mirarnos a la cara. Lamentable, de verdad. Era un lugar mágico, y ahora solo sentimos tristeza por cómo ha cambiado. Ni siquiera puedo darle 0 estrellas, así que ahí quedó con una.
Pero no todo es tan negro en El Zaguán. Hubo una vez, hace un par de meses, que fuimos el 15 de agosto y todo era maravilloso. Nos atendió Rachel, que era un rubio rayo de sol. La comida estaba deliciosa, con una relación calidad-precio muy buena. El ambiente era tranquilo y acogedor, y, curiosamente, el local parece pequeño por fuera, pero seguro que te sorprendes al entrar. Así que no sé si volveremos tras esa experiencia tan negativa, pero si lo hacemos, espero que sea como aquella vez. ¡Realmente lo disfrutamos y nos encantaría vivirlo de nuevo!
Desgraciadamente, ha habido más comentarios negativos, como ese almuerzo del sábado que mencionan de que "la comida era muy justa en calidad y cantidad". Conociendo esos precios desorbitados, 270€ para 4 adultos y 2 niñas parece un retoque bastante agresivo. ¿No te da la sensación de que están intentando exprimir a los clientes sin ofrecer un servicio acorde? La verdad, habían cambiado de dueños y parecía que la transición no había ido nada bien, lo que se notaba en el vacío del local. ¿Qué pasó con la esencia de El Zaguán?
Y aquí entre nosotros, ese taco de crepe de gambones y carabineros parecía más un alegato a la confusión. Aparentemente, la mezcla de chipirones fue un error de los que, la verdad, era mejor olvidar. Platos fríos y salsas con el sabor de un caramelo, lo cual debe haber sido un verdadero desastre para esos camareros que solo estaban ahí para intentar ofrecer un buen servicio. En fin, todo este 'tour' por el local me deja con una pregunta… ¿y la brocheta de rape y langostinos? Si escuchas sobre ella, ¡prepárate para algo delicioso! Es una combinación perfecta que mezcla un rape jugoso con langostinos frescos, todo bien condimentado y servido a la parrilla. Ideal para compartir y, espero, que se mantenga en el menú durante mucho tiempo.
Qué tipo de ambiente se puede esperar en El Zaguán
No sé ni por dónde empezar con lo que vivimos en El Zaguán. ¡Fue una locura total! No entiendo cómo un lugar que supuestamente tiene buen nombre puede tener un servicio tan lamentable. Éramos solo dos mesas y aún así, la atención fue un desastre. Pedí la cazuela de setas porque soy vegetariana y, sorpresa, venía pollo en su lugar. Cuando se lo comentamos, la mujer intentó convencernos de que era coliflor asada. ¡De verdad! Al final tuvimos que demostrarle que no, que era pollo puro, y se fue hecha una fiera, sin pedir ni una disculpa. Justo cuando creíamos que lo peor había pasado, en la cuenta nos quitaron un montón de cosas para no cobrárnoslas, pero al ir a agradecérselo, se puso a insultarnos. Fue un show completo. ¡Y ni siquiera tenían hojas de reclamaciones! Increíble.
Había estado esperando ir ahí durante diez años, y pensaba que iba a ser una experiencia memorable. Lamentablemente, parece que el lugar ha cambiado de propietarios o algo, porque ya no es lo que era. Pedimos un chuletón de 48 euros y no había forma de comérselo, de lo duro que estaba. Y para rematar, la mitad de lo que queríamos pedir no estaba disponible. El sitio sigue siendo bonito, y el servicio es bastante atento, pero eso no lo compensa. A veces, da igual qué tan lindo sea el lugar si la comida no está a la altura.
Llevaba tiempo sin visitar El Zaguán, y la verdad es que la calidad ha empeorado bastante. Aunque el ambiente es acogedor, no puedo decir lo mismo de la comida. Pedimos un revuelto de morcilla que más bien parecía morcilla sola y, si bien está bien si te encanta, era un auténtico mazacote. El rabo de toro tampoco convenció; las patatas estaban duras y el sabor a canela era demasiado, casi insoportable. Solo la idea de desmigajar el pescado para el niño fue un reto, porque estaba bastante tieso. Lo único que se salvó fueron las patatas con mojo, que, aunque no tienen mucha elaboración, fueron lo mejor de la comida. Al final, queríamos pedir croquetas, pero no había. Si hubiera sido un lugar de calidad, el precio no me parecería alto, pero después de lo que comimos, ¡fue demasiado!
En cuanto al ambiente en El Zaguán, puedes esperar un lugar minoritario y acogedor, con un toque de rusticidad que te hace sentir a gusto al entrar. Sin embargo, esto no compensa lo que es la comida y el servicio. La decoración y el estilo son agradables, pero, sinceramente, si no mejoran la calidad de la comida y el trato al cliente, lo tendrán difícil para atraer a nuevos visitantes.
Es recomendable hacer una reserva en El Zaguán
La verdad es que comer en El Zaguán es como hacer un pequeño viaje a través de la gastronomía española, y todo con un toque latino que se agradece un montón. Gabi nos compartió que el bacalao lo preparan durante 48 horas, ¡un proceso que vale totalmente la pena! Y no hablemos de los pimientos asados; esos tienen su propio ritual y, combinado con ventresca y aceite de ajo, son un verdadero festín. La la cazuela de judiones también fue un acierto; contundente y con un sabor que te abraza, es de esas cosas que te hacen sentir en casa.
Y ya ni te cuento del rabo de toro al estilo cordobés. La textura melosa y ese gusto intenso nos transportó directamente a Ronda, ¡una experiencia espectacular en cada bocado! La entrecot llegó en su punto perfecto, siendo el broche final a una comida que ya parecía mágica. Sin duda, Gabi sabe lo que hace porque nos recomendó no pedir más, y con razón, ¡las porciones son generosas! La atención fue súper cercana y amable, algo que no siempre se encuentra, especialmente ahora que hemos escuchado algunas críticas negativas.
Desde luego, es una pena escuchar que algunos han tenido malas experiencias tras el traslado del restaurante. Debo decir que nosotros vivimos todo lo contrario; el ambiente es acogedor y relajante, perfecto para escapar del estrés de la ciudad. La decoración es única y curiosa, lo que le da un plus al lugar. Además, la tarta de chocolate con frutos secos es un must que no puedes dejar de probar; ¡espectacular de verdad!
Ahora, respondiendo a esa pregunta que todos se hacen: ¿Es recomendable hacer una reserva en El Zaguán? Absolutamente. Si quieres disfrutar de una comida rica en un entorno tan acogedor, te aconsejo que reserves. Especialmente si planeas cenar, ya que el lugar tiende a llenarse, ¡y no querrás perderte la oportunidad de probar esos platos increíbles!
Cuál es la calificación de El Zaguán en Restaurant Guru
Sigo flipando con la experiencia que me contó un amigo sobre el Restaurante El Zaguán. Imagina la escena: su familia había reservado con casi dos meses de antelación para celebrar un cumpleaños, y cuando llegaron, ¡pum! Una fiesta privada con gente disfrazada y todo. La dueña, que claramente no tiene ni idea de cómo manejar una situación así, les colgó el teléfono en la cara. O sea, ¿es en serio? Quiero decir, ya no se trata solo de la comida, que según los rumores tampoco es gran cosa, sino de cómo tratan a los clientes. De verdad, ¡qué decepción!
Por el contrario, en mi visita reciente, fuimos afortunados y Gabi nos atendió como si fuéramos familia. Las croquetas de jamón fueron como un abrazo a nuestras papilas y el arroz con bogavante... wow, simplemente espectacular. Por 20 €, sí, solo 20 €, salimos comiendo como reyes, y para rematar, probamos el crepe de manzana del día que, ¡madre mía!, nos hizo querer salir corriendo a recomendarlo a todos. Así que, si decides ir, hazte un favor y ve con hambre. Lo necesitarás.
No puedo dejar de mencionar cómo el ambiente del lugar te hace sentir en un pueblito encantador. La dueña (creo que era ella), fue muy cercana y nos preguntó si todo estaba bien, lo que siempre se agradece. La decoración es acogedora, llena de luz natural y con velas que lo hacían aún más especial. Y si te gustan las tartas de queso, definitivamente pide la suya porque está en el top de las que he probado, ¡qué delicia!
Por cierto, para los que tengan curiosidad, El Zaguán tiene una calificación de 4.5 sobre 5 en Restaurant Guru, lo que dice mucho sobre sus altibajos. Parece que hay que tener suerte: algunos salen encantados y otros, pues, como mi amigo... no tanto. Así que ya saben, ¡cuidado con las reservas!
Cuántas reseñas ha recibido El Zaguán
Y, ¿qué te voy a decir de El Zaguán? La verdad es que es un sitio que conquista desde el primer momento en que pones un pie dentro. Es tan acogedor que hace que te sientas como en casa, y la dueña es una verdadera encantadora. Te recibe con una sonrisa que ya te hace sentir bienvenido. Además, los camareros son jóvenes pero muy atentos y educados; se nota que hay buen rollo y buen ambiente. El local está limpio y decorado con mucho gusto, manteniendo ese toque rústico que tanto le sienta bien a un restaurante en la Sierra de Madrid.
Cuando se trata de la comida, no tengo palabra negativa. El atún está delicioso, y los chipirones rellenos son una delicia. ¡No te olvides de las croquetas y el solomillo! Todo está bien presentado y por supuesto, de muy buena calidad. La experiencia es de cinco estrellas, de verdad. ¡Es un sitio para repetir sí o sí! La última vez que fui, salimos tan satisfechos que no podíamos dejar de hablar de lo bien que nos trataron y lo bueno que comimos.
Y no puedo pasar por alto ese entrecot poco hecho… ¡qué maravilla! Los entrantes son de un nivel brutal y el trato de las camareras, simplemente impecable. Aciertan en el punto de la carne, algo que es vital para los amantes de esta delicia. Puedes disfrutar de una cena muy completa por 20-30 € por persona, lo cual está más que bien para la calidad que ofrecen.
La verdad es que mi experiencia ha sido tan increíble que hasta me pegaban convulsiones de felicidad en los postres. Un auténtico festín, y mira que no lo digo por decir. Me atrevería a decir que la web de reseñas debería ponerle un 10 a este lugar. Hablando de reseñas, parece que El Zaguán ha recibido un aluvión de opiniones. Sin contar las que me contaron, veo que hay palos y flores, pero sin duda la mayoría apuntan a que es un lugar espectacular. ¡Sin duda un sitio al que volver, y con amigos para disfrutarlo al máximo!
El Zaguán suele estar muy concurrido los fines de semana
Y hablando del Restaurante El Zaguán, no puedo evitar recordar lo bien que la pasamos la última vez que fuimos un grupo de amigos. La comida, de verdad, merece un 10/10. El entrecotte a la brasa estaba espectacular y la tarta Zaguán es simplemente imperdible. Aunque, entre nosotros, el ambiente es un poquito romántico para una salida de amigos; yo le daría un 4 por el ambiente. Pero, oye, el servicio fue perfecto, nos atendieron genial y hasta nos pusieron unos aperitivos elaborados y chupitos de cortesía. Al final, salimos muy satisfechos, y el precio, que rondó entre 30-40 € por persona, merece la pena por la calidad.
Por otro lado, he escuchado que hay gente que no tuvo tan buena experiencia... ¡vaya contraste! Hay quienes se quejaron de que era un lugar con descontrol total, donde la comida tardó una eternidad y los cubiertos ni aparecieron. También mencionaron que cuando había más gente, parecía que todo se armaba un lío. La verdad, pocas cosas son más frustrantes que levantarse sin ser atendido, especialmente si has hecho una reserva. Seguramente, su experiencia no fue la mejor, así que me alegra que nosotros hayamos tenido más suerte, pero sí creo que habría que tenerlo en cuenta por si decides ir un sábado planificado.
Y ya que mencionamos la acogida del lugar, lo curioso es que a pesar de que algunos dicen que no volvieron, otros creen que es un sitio acogedor y tranquilo, donde se siente una atmósfera especial. De hecho, un grupo grande de amigos y yo, nos hemos sentido así en cada visita. Lo del arroz con bogavante siempre lo recomiendo, ¡aunque hay que asegurarse de que lo tengan disponible!
Para responderte, sí, parece que el Zaguán puede estar bastante concurrido los fines de semana, así que si decides hacer una visita y quieres disfrutar al máximo, yo te sugeriría hacer tu reserva con antelación. Así evitas sorpresas y, sobre todo, ¡disfrutar de los judiones, la merluza y esas croquetas caseras!
Cómo es la calidad del servicio en El Zaguán
Y después de dar un paseo por Becerril de la Sierra, seguro que les ha dado un buen hambre. Ahí es donde entra Restaurante El Zaguán, ubicado en la C. de Peña Lisa, 2. Este lugar tiene un ambiente super acogedor y una decoración que te hace sentir como en casa desde el primer momento. Imagínate encontrando ese rincón perfecto donde la comida casera se combina con un trato excepcional.
La carta es un verdadero festín, y no se pueden perder el cochinillo asado, ¡es de otro mundo! La piel está crujiente y la carne se deshace con solo mirarla. Para los que buscan algo más nutritivo, las ensaladas son frescas y abundantes, y los ingredientes locales le dan un sabor auténtico que no se encuentra en cualquier lado. Y si hablamos de postres, tienen un flan casero que te deja pidiendo más; no hay duda, hay que dejar un hueco para eso.
Lo que realmente destaca de El Zaguán, además de su deliciosa comida, es el servicio. La atención es súper cercana y amigable, como si estuvieras en casa de un amigo. El personal siempre tiene una sonrisa y están listos para recomendarte lo mejor del menú, sin presionarte para pedir más de lo que realmente quieres. ¡Es genial sentirse así de bien atendido! Así que, si te preguntas cómo es la calidad del servicio en El Zaguán, la respuesta es clara: excelente y cercano, haciendo que cada visita se sienta especial.