Restaurante El Picachuelo

Si buscas un lugar donde disfrutar de la naturaleza y unas vistas espectaculares, el Restaurante El Picachuelo en El Berrueco es tu mejor apuesta. Ubicado en la sierra norte de Madrid, este encantador restaurante ofrece una gran terraza, perfecta tanto para el verano como para el invierno, donde puedes relajarte mientras saboreas su excelente cocina. Desde aquí, tendrás unas vistas impresionantes del embalse del Atazar que no querrás perderte.

La carta está llena de delicias, destacando sus especialidades como el arroz con bogavante y el cochinillo al horno de leña. Con un ambiente acogedor, un servicio atento y buenas opciones para celebraciones y eventos, es el sitio ideal para una comida en familia o una cena con amigos. No olvides hacer tu reserva y echar un vistazo a las reseñas—¡Las opiniones de otros comensales son un buen indicador de que este lugar está a otro nivel!

Dónde se encuentra el Restaurante El Picachuelo

¡Oye, foodie! Si andas buscando un lugar donde disfrutar de espectaculares vistas y una comida que te haga volver por más, tienes que conocer el Restaurante El Picachuelo. Este sitio está en plena sierra de Madrid, justo en la Carr. de Cervera, Km. 1, 500, 28192 El Berrueco, Madrid, y te aseguro que no te vas a arrepentir. Imagínate almorzando en su terraza cubierta con una vista impresionante al Embalse del Atazar. ¡Es un espectáculo!

La comida, qué decir de ella… ¡Es muy buena! Tienen desde un revuelto de morcilla con piñones que está de rechupete hasta unas chuletillas de cordero que te dejan con ganas de más. Eso sí, un pequeño detalle: las patas de los bueyes (sí, ¡marisco!) vienen sin romper, y el arroz caldoso es para hacerte querer más. Pero la calidad general es top, y el servicio es de 5 estrellas. Son súper rápidos, y los camareros son amigables y están siempre atentos a lo que necesitas.

Además, el ambiente es genial. Puedes comer ahí a tus anchas sin el bullicio de la ciudad. Si decides ir, te recomiendo que pidas mesa cerca de los ventanales en la terraza para que puedas disfrutarlas al máximo. Y no te olvides de probar sus postres: especialmente la tarta de queso. Puede que no sea muy esponjosa, pero ¡el sabor está de 10! Así que, con un precio medio de 50-60 € por persona, ¡vale totalmente la pena!

Así que ya sabes, si buscas un lugar donde comer rico y disfrutar de un ambiente relajado, ¡El Picachuelo es el sitio! ¡No te lo pierdas!

Qué tipo de vistas ofrece el Restaurante El Picachuelo

De verdad que tengo un sabor agridulce con El Picachuelo. El chuletón al punto que pedí no salió como esperaba; estaba casi crudo en algunas partes, lo que fue un poco decepcionante. Y ya que hablamos de sorpresas, el pan que te sirven sin preguntar... ¡pues también te lo cobran! No está mal si te avisan, pero yo prefiero saberlo antes de que aparezca la cuenta. Pero bueno, no todo fue malo.

La atención de Luis y su compañera fue de diez. A pesar del restaurante a reventar, él se dio cuenta del tema del chuletón y hasta se ofreció a darle un puntito más. Eso es lo que se llama un buen servicio. Y, por cierto, al pedir bebida, nos sorprendieron con un plato de olivas y un poco de paté con picos que estaban de locos, ¡y gratis! En cuanto a la calidad de la comida, no tengo quejas; la carne estaba super bien, y la tarta de queso también era de las que te dejan con ganas de más.

Si quieres pasar una buena velada, vale la pena reservar, especialmente los fines de semana. El lugar tiene unas vistas maravillosas que disfrutas mientras comes. La decoración es bastante luminosa, lo que le da un buen rollo al ambiente. Pero, ojo, hay que tener en cuenta el ritmo del servicio; a veces parece que van con prisa y puedes sentir que te están apurando. Les pasó a unos compañeros, que tuvieron que decirle al camarero que esperase un poco antes de traerles el postre, porque aún estaban disfrutando del vino. Al final, aunque la velocidad puede ayudar, a veces hay que disfrutar sin prisa.

Así que, si te animas a ir, ya sabes, 30-40 € por persona y aparcamiento gratuito a la vista. En cuanto a las vistas de El Picachuelo, están bien cuidadas y son una joyita, sobre todo con ese ambiente tan bonito. Definitivamente, optaría por volver, ¡porque lo bueno supera lo malo con creces!

Cuál es la ubicación específica de El Picachuelo en relación a Madrid

Si estás buscando un lugar chulo para salir a comer, tienes que considerar El Picachuelo. Este restaurante está en medio de un paraíso natural, con vistas espectaculares al embalse del Atazar. La verdad, es un lugar privilegiado. Te prometo que nada más llegar, la vista te va a dejar sin palabras. Además, el ambiente es genial, hay espacio para grupos grandes y también para parejas que buscan un momento más íntimo.

Ahora, no todo fue perfecto. La atención estuvo bien; los camareros fueron rápidos y atentos, aunque la comida llegó un poco templada, lo que desmereció la experiencia. Las zamburiñas y las chuletillas de cordero estaban bastante ricas de sabor, pero, lamentablemente, servidas frías. Y lo mismo ocurrió con la ventresca, que también podría haberse presentado de una manera más cuidada. Viene bien recordar que un sitio así, con precios alrededor de 50-60 € por persona, debe estar a la altura en todos los detalles.

A pesar de lo mencionado, la carta tiene su atractivo. Desde mariscos hasta platos tradicionales como el cabrito asado, que es realmente una delicia y perfecto para compartir. Y si eres amante del vino, aquí tienes una buena carta para maridar. En algún momento, me gustaría volver y darles otra oportunidad; tal vez un mal día lo tiene cualquiera, ¿no? Además, el aparcamiento es un plus, hay varias plazas libres y es gratuito, así que no hay estrés sobre dónde dejar el coche.

En cuanto a su ubicación, El Picachuelo se encuentra en Carr. de Cervera, Km. 1, 500, 28192 El Berrueco, Madrid. Así que ya sabes, si estás cerca de Madrid y quieres una escapadita con buena comida y vistas espectaculares, este es el sitio. ¡No te lo pierdas!

El restaurante tiene opciones deterraza

Así que, después de hablar del Restaurante El Picachuelo, no puedo dejar de compartir un par de experiencias más que me vienen a la mente. La primera vez que fui, decidimos parar a tomar un vermut en la barra antes de sentarnos. Pedimos unas Delicias de Merluza con gulas, que estaban buenas, pero la ración era una pena; solo cinco pedacitos de merluza y por 23€. Vamos, que me pareció desproporcionado. Pero, oye, el personal era superamable y servicial, así que la experiencia no se sintió del todo mal. En general, es un lugar donde puedes esperarte a gastar entre 10 y 20 € por persona, así que está bastante bien para una comida entre amigos. Sin duda, vale la pena volver.

Por otro lado, también tengo que contarles sobre otra visita que fue un poco menos afortunada. Llegamos llenos de entusiasmo a un lugar que prometía bonitas vistas, pero la verdad es que nos ubicaron en un salón interior. Pedimos zamburiñas y un revuelto de morcilla, que estaban bien, aunque un poco fríos. Luego, decidimos pedir pescado y una parrillada de verdura, y ahí es cuando empezaron los problemas: ¡tuvimos que esperar casi 40 minutos para que nos trajeran el pescado! Al final, cuando llegó, la lubina y el rape picaban demasiado, y la ventresca que pedimos *poco hecha* estaba tan dura que parecía una broma. Nos dio un poco de risa, pero la verdad es que fue una experiencia decepcionante. Tras eso, ni hablar de la cuenta: ¡querían cobrarnos la ventresca que no habíamos podido comer! Al final lo corrigieron, pero aún así, no creo que vuelva.

Ahora, para los que se están preguntando si el restaurante tiene opciones de terraza, ¡les tengo buenas noticias! El Picachuelo tiene un amplio terreno gratuito donde, dependiendo de la temporada, puedes disfrutar de una comida al aire libre y aprovechar esas vistas que, aunque nosotros no pudimos disfrutar en su momento, seguro que valen la pena. Así que si deciden visitarlo, quizás hagan una reserva para asegurarse un buen sitio en la terraza. ¡A disfrutar!

Es apta para todas las estaciones

Hablando del Restaurante El Picachuelo, la verdad es que se lleva todas las estrellas que le puedas imaginar. Cinco estrellas bien ganadas, tanto por la comida como por el servicio. Si buscas un lugar donde disfrutar de una comida típica gallega con un toque especial, este es el sitio. La terraza interior, con vistas impresionantes al embalse del Atazar, es sin duda lo que más atrae. Imagínate disfrutando una buena comida con ese panorama. ¡Es un planazo para el domingo!

Nosotros elegimos un menú para cuatro personas, y de verdad, no quedó nada en los platos. Los cuatro entrantes que nos trajeron fueron simplemente espectaculares. Los favoritos de la mesa fueron las croquetas de bogavante y espinacas, que volaron antes de que me diera cuenta. Y los platos principales no se quedaron atrás; el arroz con bogavante caldoso estaba tan bien hecho que no me podía resistir a seguir comiendo. Ah, y el mousse de chocolate… ¡puf, una locura! Además, la amabilidad de Nallely, nuestra camarera, fue un plus que elevó la experiencia a otro nivel. Siempre atenta y con una sonrisa, te hace sentir como en casa.

En cuanto al ambiente, es un lugar bien agradable. Las vistas son la guinda del pastel, pero también hay que agradecer el espacio abierto y bien diseñado que tienen. Ideal para pasar la tarde, charlar entre amigos y hacer la sobremesa con un buen café. No olvidaré contarles sobre las plazas de aparcamiento gratis que hay, ¡esas sí que son un alivio! No tienes que batallar para encontrar un sitio, lo cual es mucho más de lo que puedo decir de otros lugares.

¿Y qué tal el restaurante en diferentes estaciones? Sin duda, El Picachuelo es apto para todas las estaciones. En primavera o verano, podrás disfrutar de esa terraza con vistas que te deja sin aliento. Pero en otoño e invierno, el interior también tiene su encanto; imagina resguardarte del frío mientras saboreas esos platos que calientan el alma. Así que ya tienes un sitio perfecto para cualquier plan familiar o con amigos. ¡No lo dejen pasar!

Qué destaca en la carta del Restaurante El Picachuelo

Y bueno, hablando de El Picachuelo, ¡qué experiencia más chula! Si andan por la zona, no pueden perderse este lugar. Empezando por el servicio, que es de 10, todos son súper amables y atentos, siempre dispuestos a darte una buena recomendación. El mismo José, que nos atendió, se aseguró de que tuviéramos todo lo que necesitábamos y se notaba que le apasiona lo que hace. Un par de cinco estrellas para él y su equipo.

La comida, ¡ni se diga! Pedimos unas almejas a la marinera que estaban de vicio y un arroz con bogavante caldoso que nos dejó flipando. Eso sí, para los que les gusta el dulce, no se pueden ir sin probar la tarta de queso con frutos rojos, es el broche perfecto. Hablando de precios, no es para nada caro; por unos 50-60 € por persona tienes una comida espectacular, y la calidad es realmente impresionante. La variedad en la carta es amplia, tanto de carnes como de pescados, así que hay para todos los gustos.

Y, ¡oh, las vistas! Si consigues una mesa con vista al pantano, la experiencia se eleva al siguiente nivel. La terraza también es un buen plan, sobre todo si estás pensando en ir en fin de semana o en verano; yo diría que mejor hagas una reserva antes. Con tantas plazas de aparcamiento gratuitas, llegar no es un problema, y siempre habrá espacio para dejar el coche sin estrés.

Entonces, ¿qué destaca en la carta de El Picachuelo? Pues, además de las almejas y el arroz caldoso, la leche frita que tienen es otro platillo muy recomendado, junto con un variado de postres que es todo un lujo. Cada bocado vale la pena, así que si están pensando en un buen lugar para comer al lado del pantano, este es, sin duda, un sitio genial para visitar. Ya estoy planeando mi próxima escapada, ¡no creo que pueda resistirme!

Cuáles son algunas de las especialidades del menú

Ya te conté que suelo ir al Restaurante El Picachuelo de vez en cuando, pero esta última vez me dejó un sabor agridulce. El tomate rosa en la ensalada estaba muy ácido, y el pulpo a la gallega no estaba a la altura: parecía tener agua de más, como si hubiera estado congelado. Ojalá haya sido solo un mal día porque siempre he disfrutado de la comida ahí. Es un lugar que siempre ha brillado por su calidad y sabor, y quiero creer que no han bajado el nivel.

Por otro lado, ¡qué decir de su terraza! Si puedes ir en primavera u otoño, es lo mejor. La vista al Pantano de El Atazar es espectacular, y te da una sensación única de estar en plena naturaleza. Yo recomendaría que disfrutases de la comida en el exterior, siempre que el clima lo permita. Aunque a veces las moscas pueden ser un fastidio... ¡No dejes que eso arruine tu comida! A lo largo de los años, he probado casi de todo y cada vez que voy hay algo nuevo que me sorprende.

Y si te estás preguntando qué pedir, no te puedes perder la tarta de queso y frutos rojos, ¡es un must! Si andas con mucho hambre, el arroz con bogavante caldoso es pura delicia, y la mariscada especial para dos siempre es un acierto. Las croquetas de bogavante y espinacas son otro de mis platos favoritos, ¡te van a encantar! Además, tienen opciones para todos los gustos, desde un revuelto de morcilla con piñones hasta unas riquísimas chuletillas de cordero. Hay un poco de todo, así que seguro encuentras algo que te haga la boca agua.

Es recomendable hacer una reserva en el Restaurante El Picachuelo

Y es que no hay nada como disfrutar de una comida en el Restaurante El Picachuelo, ¿verdad? Las vistas impresionantes al embalse del Atazar son un espectáculo en sí mismas. Imagínate sentado en su terraza, respirando aire fresco, mientras pruebas un arroz con bogavante que es puro amor. La comida, de verdad, es exquisita. Si vas, asegúrate de dejar espacio para el postre, la tarta de queso con frutos rojos es de otro mundo.

Lo mejor de todo es el trato que recibes. La atención del personal es superlativa y eso siempre marca la diferencia, ¿no? Si siempre he dicho que la calidad de la comida es importante, el trato también lo es, y aquí tienen un 10/10 en ambos. He estado yendo a El Picachuelo durante más de veinte años y, aunque siempre he salido satisfecho, cada vez parece que se superan. Además, hay plazas de aparcamiento a montones, así que no tendrás que preocuparte por dónde dejar el coche. Es gratuito y el espacio es amplio.

Otro punto a favor es que es un lugar muy familiar. Tienen un parque para que los peques se diviertan mientras tú disfrutas de tu comida. ¡Eso siempre es un plus! Y para los que prefieren opciones vegetarianas, también tienen una buena selección, desde parrilladas de verduras hasta croquetas vegetales. Así que, aunque el lugar se llene a ratos, hay suficiente espacio para que todos disfruten.

Ahora, sobre la pregunta que todos tenemos en la cabeza, ¿es recomendable hacer una reserva en el Restaurante El Picachuelo? Absolutamente. Si quieres garantizarte un buen sitio y evitar quedarte sin mesa, lo mejor es reservar, sobre todo los fines de semana. Con las raciones generosas que sirven, seguramente saldrás con la barriga llena y una sonrisa de satisfacción. ¡No lo dejes pasar!

Qué tipo de ambiente se puede esperar en El Picachuelo

Ya te cuento, El Picachuelo tiene una ubicación envidiable. Imagina comer con vistas al embalse, y si tienes suerte con el clima, es una delicia. Pero, ojo, el lugar parece estar siempre a tope. De hecho, la saturación es un problema. En más de una ocasión te encontrarás esquivando mesas para moverte. Por eso, si decides ir, prepárate para una batalla de sillas. La atención del personal es buena, pero con tantas mesas, ellos parecen estar desbordados, lo que influye en el servicio.

Sobre la comida, bueno, no te esperes nada del otro mundo. Algunos platos como el revuelto de morcilla con piñones son realmente buenos, pero el resto… pfff. La carne, como el chuletón y el entrecot, me pareció regular. El arroz con mariscos, olvídalo, ese fue un auténtico desatino. Así que, si te pasas por allí, ya sabes qué pedir y qué evitar. Los precios rondan entre 30 y 40 € por persona, así que no es precisamente un chollo.

Y en cuanto al ambiente, te cuento que, aunque las vistas son espectaculares, la experiencia se ve algo empañada por la falta de espacio y la aglomeración. Es un sitio bonito, pero si vas pensando en un almuerzo relajado, quizás no sea el lugar ideal. Con tanta gente y poco personal para atender, se siente un aire de estrés. Al final, si buscas un sitio con buena comida y un buen ambiente, debes tener en cuenta que la saturación puede afectar tu experiencia.

Fotografías Restaurante El Picachuelo