
Marzeah Taberna es ese lugar donde la cocina mediterránea se encuentra con un toque gamberro y viajeros. Ubicado en C. del Príncipe de Vergara, 202, en Chamartín, este restaurante es todo un festín para los sentidos. Desde la deliciosa vieira con salsa holandesa hasta un rollito de steaktartar que te dejará pidiendo más, aquí la comida es innovadora y los sabores se entrelazan de manera espectacular. El ambiente es bastante curioso, con una cocina semiabierta que le añade un toque de dinámica, y el servicio, siempre simpático, te hace sentir como en casa.
Lo mejor de todo es que la carta está pensada para compartir y dejarse llevar, así que no dudes en dejarte aconsejar y probar el homenaje a Bodegas Cañizares o la sopa laksa, un plato que realmente pone el listón alto. Con precios asequibles para la experiencia que ofrece y un maridaje de vinos jóvenes y frescos, Marzeah es el plan perfecto para una comida divertida e informal. Si estás en Madrid, no te lo puedes perder.
Horarios Marzeah Taberna
| Día | Hora |
|---|---|
| lunes | Cerrado |
| martes | 13:30–22:15 |
| miércoles | 13:30–22:15 |
| jueves | 13:30–22:15 |
| viernes | 13:30–22:15 |
| sábado | 13:30–22:15 |
| domingo | Cerrado |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación Marzeah Taberna
Qué tipo de cocina se ofrece en Marzeah Taberna
¡Chicos, déjenme contarles sobre Marzeah Taberna! Este gemcito está en C. del Príncipe de Vergara, 202, en Chamartín, y la experiencia que ofrecen es simplemente increíble. Si estás buscando un lugar con un ambiente espectacular y cocina excepcional, no busques más. Cada plato tiene su propia magia y te aseguro que el buen rollo que se respira gracias al personal es algo que se agradece, ¡te hacen sentir como en casa!
Una de las estrellas del menú es sin duda el rollito de steak tartar. ¡Es una maravilla! Viene envuelto en una hoja de lechuga, y cada bocado es una explosión de sabor. Además, no te puedes perder el Bao de panceta al estilo Momofuku; es como un abrazo para tu estómago. La verdad es que podrían traerme cualquier plato a mesa, ¡y estaría feliz! El hecho de que elijas lo que comes sobre la marcha hace que cada visita sea única. Eso sí, ojo con los precios: no es el sitio más barato, pero vale cada céntimo. Prepárate para gastar entre 50 y 60€ por persona.
Otra cosa que me encantó fue el servicio. Los camareros están súper atentos a lo que necesitas y se aseguran de que nunca te quedes con hambre. ¡Hay tanto detalle en cada plato! Desde las empanadillas hasta los noodles con hígado de pollo, todo está bien cuidado y con mucho sabor. A nivel de calidad-precio, está bastante bien. Claro, si buscas algo más económico, ¡quizá no sea tu primer destino! Pero créeme, una vez que pruebes su comida, querrás volver sin falta.
Ahora, en cuanto a su cocina, Marzeah Taberna ofrece una experiencia culinaria que fusiona sabores internacionales con un toque creativo. Desde el steak tartar hasta las gyozas y los revueltos de judías, todo está pensado para sorprenderte. Así que la próxima vez que busquen un buen plan para salir a comer, asegúrate de reservar aquí. Recuerda, el lugar es pequeño, ¡así que no te la juegues!
Dónde está ubicado el restaurante Marzeah Taberna
Y así, hablando de Marzeah Taberna, hay que decir que la experiencia depende bastante del día. Las sillas altas de la terraza son un poco incómodas, y eso puede hacer que te sientas un poco... ¿cómo decirlo? Un poco atrapado. Está claro que el concepto es interesante, ya que no sabes lo que te van a servir ni cuánto va a costar al final, así que si no te gusta la sorpresa, tal vez deberías pensártelo dos veces. Al final, el precio por persona puede rondar entre 50 y 60 euros, y, sinceramente, la calidad no siempre se alinea con el coste. Al menos, el servicio es correcto, aunque podría mejorar un poco.
Pero si decides quedarte, hay cosas que valen la pena. Los Baos de Panceta con Salsa son un must. La mezcla de sabores es realmente sorprendente y, aunque la carta de vinos y cervezas podría ampliar su gama, hay algo en la creatividad de los platos que lo compensa. Si te decides a ir, te recomiendo evitar la terraza si tienes la opción de estar dentro, donde la música y el ambiente son más disfrutables. El local es pequeño, sí, pero tiene esa vibra acogedora que te hace sentir en casa.
Y hablando de vibra, ¡qué buena onda hay en Marzeah Taberna! El servicio es excepcional, siempre pendientes de que estés a gusto y dispuestos a explicarte cada plato que te llega a la mesa. Si vas con amigos o pareja, la experiencia de que te vayan sacando platos sin que tú pidas es bastante chula. Eso sí, no hay carta, así que tendrás que confiar en los chefs. Los precios son bastante razonables, alrededor de 25 euros por persona, y la calidad de la comida es simplemente increíble. No puedo dejar de mencionar los Dim Sum de Manitas de Cerdo y el Brownie con Helado de Dulce de Leche que son un auténtico espectáculo.
Por cierto, si te preguntas dónde está ubicado el restaurante Marzeah Taberna, te cuento que lo encuentras en Calle del Príncipe de Vergara, 202, en Chamartín, 28002 Madrid. Así que, ya sabes, si quieres un lugar diferente y divertido para probar comida nueva, ¡este es el sitio perfecto! ¿Te animas a visitarlo?
Qué platos destacan en el menú de Marzeah Taberna
Y ya que estamos hablando de Marzeah Taberna, ¡vaya descubrimiento! Es un sitio encantador y lleno de encanto que realmente destaca en el bullicioso barrio de Chamartín. El menú sorpresa que probarás allí es sencillamente una delicia. No puedes dejar de probar el steak tartar, que está para chuparse los dedos. Más aún, los baos son una experiencia por sí solos, en especial el bao de panceta estilo Momofuku. Ah, y si eres fan de los sabores intensos, las gyozas de pollo en pepitoria y el arroz chinorris te van a encantar. La variedad de vinos también es un punto fuerte que vale la pena explorar.
El servicio es otro gran plus, con un equipo que realmente parece disfrutar lo que hacen. Las recomendaciones son siempre acertadas y hacen que te sientas como en casa. Aunque la cuenta puede picar un poco (normalmente entre 30 y 60 € por persona), la calidad y la experiencia gastronómica que te ofrecen son realmente inolvidables. Así que, si quieres una cena donde cada plato sea un poco como una obra de arte, este es el lugar ideal.
Además, el ambiente es bastante acogedor, con un toque de street food que hace que te sientas en un sitio distinto y original. Con solo unas pocas mesas, el ambiente es íntimo y el personal se esfuerza por que todos los detalles estén cuidados. Lo que realmente brilla aquí es la pasión por la comida, que se nota en cada bocado. Aunque el lado del precio podría mejorarse un poco en términos de transparencia, ¡la experiencia vale cada centavo!
En cuanto a los platos destacados de Marzeah Taberna, no te puedes perder el dim sum de manitas de cerdo y las vieiras con salsa holandesa. Si quieres un postre que te haga volar, el brownie de avellanas con aceite es simplemente de locura. Así que, ¡anímate a probar el concepto único de este lugar y deja que el personal te sorprenda con su oferta! Estoy seguro de que no te arrepentirás.
Qué es lo que hace que la cocina de Marzeah Taberna sea innovadora
Y así llegamos a Marzeah Taberna, un rincón pequeño y acogedor en la C. del Príncipe de Vergara, 202, Chamartín, que se siente como una joya oculta. Cuando entras, te das cuenta de que no es un restaurante cualquiera. Las mesas altas y la barra donde puedes comer son el escenario perfecto para compartir una cena informal con amigos. Aquí no tienes que pensar demasiado en qué pedir; de hecho, ellos te recomiendan lo mejor del menú. ¡Perfecto para cuando no sabes qué quieres!
La experiencia es pura fusión asiática, y lo mejor es que los platos son pequeños pero llenos de sabor. La atención es excepcional; el personal es amable y realmente sabe de lo que habla. Si eres amante de lo nuevo y estás dispuesto a probar, el bao de panceta estilo Momofuku es un must que no puedes dejar escapar. Y sí, aunque algunos platos como el browning de avellanas pueden que no sean los más destacados de la noche, la mayoría son una delicia que te dejará con ganas de más.
Claro, no todo es perfecto en Marzeah. Para algunos, la falta de elección en el menú puede ser un poco frustrante, especialmente si no eres fan de ciertos ingredientes. Si la carne cruda o las ostras no son lo tuyo, puede que te quedes un poco corto en cuanto a opciones. Aunque las gyozas y el arroz son buenas alternativas, puede que eches de menos algo más contundente. El ambiente es también un factor, con un poco de ruido que puede hacer que a veces no te sientas tan cómodo.
Lo que realmente hace que la cocina de Marzeah Taberna sea innovadora es esta aventura de sabores que te ofrecen. No solo te presentan platos que quizás no conocías, sino que lo hacen en un ambiente urbano y desenfadado que hace que cada bocado sea una experiencia única. La mezcla de ingredientes y la presentación de sus platos muestran una gran dedicación y habilidades culinarias. Así que si buscas algo diferente y estás listo para probar algo nuevo, definitivamente deberías dejarte llevar por lo que te recomiendan. ¡Te prometo que vale la pena!
Cómo es la experiencia de comer en Marzeah Taberna
Y bueno, a veces las experiencias no son las que esperas. Nos pasamos por Marzeah Taberna en Chamartín a comer y, sinceramente, aunque el lugar tenía su encanto, la cosa no fue exactamente de ensueño. Entramos a las 3, y ya había una prisa notable por que nos fueras. Las raciones eran ridículas, en serio; tuvimos que suplicar por más comida, pero resulta que se les había acabado todo. Y cuando al fin nos sirvieron el postre, ya la camarera estaba lista para irse. ¡Vaya desastre! Al final, salimos habiendo pagado 40 euros y con el estómago más vacío de lo que entramos; nos tocó ir a merendar inmediatamente después de salir de ahí.
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y, por otro lado, te cuento que hay quienes han tenido experiencias completamente diferentes. Un amigo que fue nos contó que le pareció increíble. Asegura que conservaron un nivel magnífico en la comida y que fue una de las mejores de su viaje. Le encantaron platos como las meatballs bun y las vieiras con salsa holandesa, y el beef tartare sobre un spring roll, ¡mención especial al vino tinto que llevaba! Y aunque es cierto que a él le fue bien, la discrepancia en experiencias es notable.
Y a decir verdad, la sencillez del sitio contrasta bastante con lo que te traen los platos. La experiencia parece tener una buena dosis de pasión, especialmente cuando el equipo es joven y busca dar lo mejor. Hay quien habla muy bien del ambiente urbano, con esas mesas altas que lo hacen más divertido. El chico que nos atendió vestía gorra y era realmente profesional. Se acerca más a un menú degustación en lugar de una carta normal, así que si tienes ganas de probar algo variado, podría merecer la pena.
En resumen, la experiencia de comer en Marzeah Taberna puede ser un poco irregular. Puedes encontrarte con un servicio poco atento, raciones que no llenan pero son creativas, o una combinación deliciosa de influencias que te deja sorprendido. Es un lugar donde puedes ir a disfrutar de una buena cena, pero quizás deberías ir con la mentalidad de que el completo desastre no esté garantizado. ¡Definitivamente hay que arriesgarse!
Hay platos específicos recomendados para compartir en la carta
Y ya que estamos hablando de Marzeah Taberna, no puedo dejar de mencionar lo impresionante que es el ambiente. Es un lugar informal y acogedor, perfecto para ir con amigos o para una cena romántica. La decoración tiene ese toque exótico que te hace sentir que has viajado un poco sin salir de Madrid. Además, la música ochentera que suena de fondo le da un aire divertido y relajado a la experiencia. Lo mejor es que, aunque el local es pequeño, puedes disfrutar de una comida en la barra, lo que le añade un toque especial al compartir la experiencia con más comensales.
Ahora, si hablamos de la *comida*, ¡prepárate para un festín! El chef Sergio tiene un don increíble para reinventar los clásicos, y la cocina castiza se mezcla con sabores asiáticos de una manera que nunca imaginaste. No puedes dejar de probar el bao de panceta al estilo Momofuku, es un auténtico manjar. Y ni hablemos de los dim sum de manitas o el ramen de cocido; cada bocado te sorprenderá con su intensidad de sabor. Los postres también son imperdibles, aunque, a decir verdad, lo de *arroz con leche 'sin arroz ni leche'* es una experiencia que te hará reír y, al mismo tiempo, dejarás con ganas de más.
Para los que no saben muy bien con qué empezar, definitivamente recomiendo compartir algunos platos, como el rollito nem de steak tartar y, clara y obligatoriamente, el bao de panceta. La idea de dejarse llevar y disfrutar lo que el chef tiene para ofrecer es genial. No sabrás qué plato vendrá después, lo que hace que la experiencia sea aún más emocionante. Y aunque la hamburguesa de pollo fue la excepción, el resto de las opciones son auténticas sorpresas de sabor que sin duda harán que quieras volver a repetir.
Así que si buscas algo diferente y delicioso, Marzeah Taberna es el lugar. ¡Así que haz la reserva y prepárate para una aventura gastronómica que no olvidarás!
Qué se puede esperar del ambiente del restaurante
Y, la verdad, si estás pensando en darle una oportunidad a Marzeah Taberna, ¡no te vas a arrepentir! Este lugar tiene 5 estrellas y se merece cada una. El comedor es pequeño, pero con un ambiente acogedor que te hace sentir como en casa. Además, cuentan con una terraza cubierta justo en la explanada de enfrente, perfecta para esos días soleados de Madrid. Lo mejor es que cambian la carta a diario según lo que haya fresco en el mercado, así que siempre hay algo nuevo por probar. ¡Y eso es parte de la aventura!
Ahora hablemos de lo que probamos. Desde la gyoza de pringá hasta el baos de panceta, todo fue una fiesta para el paladar. Lo que más me sorprendió fue el dim sum mar y montaña, esas manitas de cerdo estaban tan deliciosas que me dejarían volver solo por ellas. El wok de arroz fue el más flojito de la noche, pero el resto de los platos brillaron, sobre todo su versión de la fideuá con noodles. Y no te puedes ir sin probar el postre de chocolate con sal; es, directamente, brutal. Te sirven un menú único y te van trayendo platos hasta que tú digas basta. ¡Un auténtico festín!
Tenía muchas ganas de ir, ya que me hablaron maravillas del lugar. Al sentarte, un camarero pregunta por tus alergias y eso añade un toque especial a la experiencia. Como no hay menú fijo, te dejas llevar por lo que el chef inspire ese día. Los platos son ideales para compartir, lo que hace que tu cena sea aún más divertida. Te cuento, el rollito de pollo con steak tartar fue un buen inicio, aunque no fue tan sorprendente como pensé. Los tacos de carrillera fueron otro punto a su favor, aunque me hubiera gustado que vinieran con las obleas para montarlos. En términos de precio, está de maravilla: 43,18 € por persona es un buen trato para la experiencia que te llevas.
Ahora, respecto al ambiente del restaurante, es bastante agradable y divertido. Con un espacio íntimo y un personal excepcional, se respira un aire de camaradería que te invita a relajarte. La decoración es moderna, pero sin perder esa esencia acogedora que hace que te sientas de maravilla. Ideal para una cena informal con amigos, donde hay más sorpresa que expectativas. Así que prepárate para dejarte llevar y disfrutar de una buena charla mientras saboreas cada bocado. ¡No se les puede pedir más!
Cuál es la importancia de la cocina semiabierta en Marzeah
Así que, la última vez que fuimos a Marzeah Taberna, no puedo decir que me haya dejado una impresión tan buena como la primera. Ya sabes, aquello de las expectativas y la realidad. Había cosas que estaban bien, como el bao y el tartar de atún, que realmente fueron un acierto. Pero, ¡ay!, el resto de los platos se sentían como sombras, por decirlo de alguna manera. Las gyozas llegaron frías, que me parece un gran fallo, y esas judías verdes que nos plantaron como sorpresa estaban saladísimas. ¡Un desastre total! La sopa laksa, que se veía tan prometedora, también fue un chasco, pasada de sal con una pinta que triunfo en lo visual pero no en el sabor. ¡Qué pena!
Y para colmo, la experiencia en la terraza tampoco fue la mejor. La música sonaba como una playlist de Spotify con anuncios, algo que no esperas en un sitio donde te gastas 50 euros por cabeza. Escuchar a Mariah Carey con su villancico una y otra vez fue un poco... cutre, ¿no? Creo que hace falta un mejor cuidado en los detalles. Marzeah es un lugar con potencial, así que espero que este feedback les sirva para mejorar, porque de verdad que en su día nos encantó.
Aunque, por el otro lado, ha habido comentarios de gente que ha tenido experiencias totalmente opuestas. Hay quienes han alabado su increíble comida, su fantástico trato y cómo el sitio es acogedor y muy bonito. Es curioso ver cómo puede variar la percepción. Algunos incluso han destacado la calidad y creatividad de los platos, aunque les ha faltado un pelín en la cantidad y la forma de presentar, ya que, para algunos, el famoso menú degustación deja poco margen para la elección personal.
Hablando de la cocina semiabierta en Marzeah, creo que es clave para la experiencia. Les permite interactuar con el cliente, mostrar el proceso y añadir un toque de transparencia al plato. A veces, olvidas cuánto esfuerzo hay detrás de cada receta cuando solo ves el resultado final. Esa conexión puede hacer que la experiencia gastronómica sea mucho más rica y vibrante. Así que, aunque hay cosas que ajustar, la idea de una cocina semiabierta puede ser un buen camino para que Marzeah vuelva a brillar como antes. ¡Estoy deseando ver cómo evolucionan!








