La Petite Brasserie, en C. de Ibáñez Marín, 11, 28740 Rascafría, es el sitio perfecto para disfrutar de lo mejor de la cocina francesa en un ambiente relajado. Si te apetece un croissant recién hecho, aquí lo tendrás como recién salido del horno. Con una deliciosa variedad de platos frescos y caseros, puedes optar por llevar tu comida o quedarte a disfrutar de su bonita terraza exterior, ideal para esos días soleados.
Este lugar no es solo para los más gourmets, sino también para los que buscan un ratito agradable en la naturaleza. La Petite Brasserie está pensada para que vengan las familias con peques, y la atmósfera tranquila hará que salgas con una sonrisa. Sus clientes lo adoran, ¡con una calificación de 4.6 de 5 en Restaurant Guru! Así que, si buscas una experiencia gastronómica memorable, no dudes en pasar por aquí y hacer tu reserva.
Horarios La Petite Brasserie
Día | Hora |
---|---|
lunes | 9:30–16:30 |
martes | Cerrado |
miércoles | Cerrado |
jueves | 9:30–16:30 |
viernes | 9:00–16:30 |
sábado | 9:30–20:30 |
domingo | 9:30–18:30 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación La Petite Brasserie
Dónde se localiza La Petite Brasserie
¡Hey, amigos! Si alguna vez están por Rascafría y buscan un lugar que les deje con la boca abierta, La Petite Brasserie es el sitio que tienen que visitar. Este restaurante en C. de Ibáñez Marín, 11 es un auténtico tesoro. La atmósfera es tan acogedora que te sentirás como en casa, pero con un toque especial de montaña. Es ese tipo de lugar que se siente creado y mantenido con cariño, y eso se nota en cada rincón y en cada detalle.
La atención al cliente es otro nivel. Desde el momento en que entras, el ambiente cálido y la cercanía del personal te hacen sentir bienvenido. Y hablando de la comida, ¡madre mía! A pesar de que estaba a tope cuando fui, la chef se movía como una auténtica máquina, sacando platos a la velocidad de la luz. ¡Tengo una teoría de que tiene un ejército de minions dándole apoyo! Si buscas algo para probar, no te vayas sin antes pedir la famosa tartiflette o la especialidad de la casa. Te prometo que no te van a decepcionar.
Y si te gustan los desayunos, no olvides quedarte al día siguiente. El desayuno también es una experiencia increíble. Nos sorprendió tanto la calidad de la comida como la atención al cliente, ya que no solo el dueño atiende a los comensales, sino que lo hace de maravilla. La atención al detalle en la decoración y en todo lo que ofrecen realmente es algo que no se encuentra en cualquier sitio.
Así que ya lo saben, si se encuentran en Rascafría y no saben dónde comer, La Petite Brasserie es el lugar. Está en C. de Ibáñez Marín, 11, y de verdad, ¡no se lo pueden perder! Con precios que rondan entre 10-30 € por persona, es una opción perfecta para disfrutar de buena comida en un ambiente encantador. ¿Quién se apunta?
Qué tipo de cocina ofrece La Petite Brasserie
Y ya que hablamos de La Petite Brasserie, ¡no puedo evitar compartir lo maravilloso que fue nuestro día allí! La atención del personal es de cinco estrellas; son súper amables y atentos. Mi perro se sintió como en casa porque, sin que tuviéramos que pedir, le trajeron agua y pan. Eso siempre dice mucho de un lugar, ¿no crees? Y mientras nosotros disfrutábamos de la comida, él estaba felizmente atendido. La verdad es que el ambiente es tan acogedor que hace que quieras quedarte a charlar con tus amigos todo el día.
La terraza era una joya. Tuvimos la suerte de sentarnos al aire libre, y esas vistas de la sierra no tienen precio. ¡Son espectaculares! Perfectas para un almuerzo relajado o incluso para un brunch durante un día soleado. La decoración del lugar también es encantadora, con un estilo montañés que te transporta a un refugio de montaña, ideal para desconectar del bullicio diario. No me sorprende que dicho ambiente haya hecho que nuestra experiencia culinaria fuera exceptional. La limpieza y el detalle, incluso en el baño, destacan el esfuerzo que ponen en cuidar cada rincón del restaurante.
Y qué decir de la comida. Pedimos la especialidad de la casa, y puedo confirmar que valió totalmente la pena. Las porciones son generosas y se nota el cariño en cada plato. La repostería también merece una mención especial; esos croissants y los chocolates calientes eran de otro nivel. Cada bocado era un viaje de sabor. La relación calidad-precio es perfecta, y entre 10 y 40 euros por persona, es completamente asequible para la calidad que ofrecen.
Así que, para contestar esa pregunta que ronda en el aire, ¿qué tipo de cocina ofrece La Petite Brasserie? Pues tienen un enfoque totalmente montañés con toques de brunch, repostería deliciosa y platos bien presentados que celebran la satisfacción de comer en buena compañía. De verdad, ¡no puedo esperar a volver!
Qué especialidad puedo disfrutar en La Petite Brasserie
La verdad es que La Petite Brasserie es un sitio que no te puedes perder si estás por Rascafría. El bar es chulísimo y tiene una vibra muy acogedora. La atención de los camareros, como Jorge y David, es de otro nivel. Ellos fueron súper amables con nuestro grupo y realmente hicieron que nuestra experiencia fuera aún mejor. Imagínate estar en un lugar donde te sientes como en casa, eso es lo que se respira allí. ¡Cinco estrellas sin duda!
Sobre la comida, ¡donde empieza la magia! Si vas, tienes que probar su especialidad: la Tartiflette. Te lo digo en serio, es un plato que no puedes dejar pasar. También nos lanzamos a las tiras de pollo y el humus y, vaya, todo estaba para chuparse los dedos. Y la decoración, ¡qué decir de eso! Es muy top, hay detalles que te hacen sonreír, como los guiños a Harry Potter. Vamos, que realmente es un lugar donde pasas un buen rato.
Y si te apetece un buen café antes de seguir con tu aventura hacia el Paular, aquí lo sirven increíble. A veces, lo más sencillo como una buena tortilla casera o una tarta de queso puede ser la mejor elección. A veces me sorprende cómo algo tan simple puede hacerte sentir tan bien. El ambiente también es dinámico, lleno de energía y buena onda. Y si necesitas un respiro del aire fresco de la montaña, ¡esto es justo lo que necesitas!
Así que, ¿qué especialidad puedes disfrutar en La Petite Brasserie? Te diría que la Tartiflette es un "must", pero no te olvides de probar la tarta de queso o el gofre de Nocilla también, son ideales para un desayuno o un "brunch". Te lo aseguro, no te arrepentirás de visitarlo. ¡No dudes en probarlo en tu próxima escapada!
Ofrecen opciones para llevar la comida
Y hablando de La Petite Brasserie, no puedo dejar de repetir lo mucho que nos encantó estar allí. El ambiente es simplemente estupendo, y eso que fuimos un día en que el sol brillaba con ganas. Nos acomodamos en la terraza, y la experiencia fue de 10. David, el camarero, fue un verdadero crack, siempre con una sonrisa y un detalle amable. Si necesitas un lugar para disfrutar de una buena comida en un entorno natural, este es el sitio. Por cierto, tienes que probar su tartiflette; es uno de esos platos que te dejan con ganas de repetir. ¡Y no olvides los caldos caseros y las albóndigas para los peques!
Ya sea que estés buscando un sitio para tomarte una copa después de una caminata o para rematar el día con una buena comida, La Petite Brasserie es el lugar ideal. La acogida siempre es fenomenal; Jorge, al igual que David, siempre tiene una palabra amable y, créeme, su atención rápida no tiene comparación. Las porciones son generosas, y la calidad, excelente. Y si te gustan las carnes, no te puedes perder las costillas de cerdo a la barbacoa, ¡una delicia que se deshace en la boca!
Cierto que yo solo tomé un aperitivo, pero la atención es insuperable. La decoración dentro del local me conquistó completamente, con ese toque de cariño que se nota en cada rincón. Es un sitio pequeño, pero tienen una terraza bien apañada y, aunque en el interior hay un par de mesas, te aseguro que vale la pena entrar y admirar cada detalle, incluso los del techo. La ubicación es muy tranquila, perfecta para desconectar.
Ahora, si te apetece algo dulce, no te pierdas los chocolates a la taza; están de lujo y a buen precio. Y hablando de precios, es un sitio al que puedes ir sin preocuparte por la billetera, con una comida por persona que ronda entre los 20 y 30 €.
Ah, y si te lo preguntas, sí, ofrecen opciones para llevar. Lo vi cuando unas amigas pidieron que les guardaran unas cositas para llevar. Así que no dudes en preguntarles si necesitas llevar algo para disfrutar en casa después de tu día por la naturaleza. ¡Seguro que volverás a repetir!
Es posible comer en una terraza exterior en La Petite Brasserie
Y hablando de La Petite Brasserie, déjame contarte que es un sitio espectacular que realmente te hace sentir como en casa. El trato del personal es inmejorable; son tan amables que te reciben con una sonrisa que parece que ya te conocen de toda la vida. Ya sea que vayas con la familia o con amigos, aquí el ambiente es super bonito y acogedor, ideal para pasar un buen rato. La atención es de diez, tanto que te sentirás verdaderamente mimado mientras disfrutas de tu comida.
Si te gusta hacer senderismo, ¡no puedes perderte la oportunidad de parar aquí! Yo hice una parada en mis rutas y me pedí la tartiflette, la especialidad de la casa. Te aviso que las porciones son abundantes, así que lo mejor es compartir. ¡Es un plato que te va a encantar! Y mientras esperas a que llegue tu pedido, hay personajes escondidos en la decoración que te harán reír mientras tratas de encontrarlos. Un verdadero juego de búsqueda que añade un toque divertido a tu experiencia.
Además, el ambiente es tranquilo y relajado, perfecto para disfrutar de una buena comida después de haber explorado la naturaleza. Cuando fui, incluso llegué un poco tarde y, a pesar de eso, el personal me recibió con los brazos abiertos y me ayudó a elegir algo delicioso. Les encantan hacer sugerencias y es evidente que quieren que estés cómodo y satisfecho. ¡No te vayas sin probar la tortilla, es deliciosa!
En cuanto a sus platos, la variedad es impresionante. Desde un pisto muy rico hasta platos típicos con patatas que son un verdadero deleite. La comida es casera y se nota en cada bocado, ¡asegurado! Si te preocupaba el aparcamiento, déjame decirte que el aparcamiento en la calle es gratuito. Aunque, sí, puede ser un poco complicado encontrar sitio, pero si llegas un lunes como yo, ¡ten cuidado ya que al final encontré un lugar cerca!
Y ya que estamos en el tema, sí, es completamente posible comer en la terraza exterior de La Petite Brasserie. Así que si el clima es bonito, no dudes en elegir un lugar al aire libre. Te va a encantar disfrutar de tu comida rodeado de naturaleza. ¡Perfecto para un día en Rascafría!
Es un lugar adecuado para familias con niños
La Petite Brasserie es un lugar genial para empezar la mañana con un desayuno delicioso. La variedad que tienen entre lo dulce y lo salado es bastante tentadora, pero, ojo, los precios te pueden hacer levantar una ceja, especialmente cuando te cobran 2 euritos por un poco de agua caliente para el mate. Vamos, que está todo muy rico, pero no sé si me apetece volver a un sitio donde la simpatía brilla por su ausencia. Así que, con esa mezcla de sensaciones, le doy dos estrellitas al servicio y me despido por ahora. Bye, bye.
Sin embargo, no todo son malas experiencias. Si decides parar un rato después de un día ajetreado de marchas, el ambiente es bastante animado. La Petite Brasserie tiene un rollo acogedor, con muchos comensales disfrutando de sus platos a cualquier hora. Los camareros son super amables y te hacen sentir como en casa. Pero eso sí, asegúrate de probar alguno de sus platos en tu próxima visita porque, con el buen aspecto que tienen, me apuesto que te van a dejar buen sabor de boca. Le doy cinco estrellitas al servicio y al ambiente, así que definitivamente lo apunto en mi lista.
Cuando fuimos a desayunar, el pequeño interior tiene su encanto, pero se vuelve un poco complicado cuando eres un grupo grande. Nos dijeron que no podíamos estar dentro, algo que me dejó un poco chafado. Aún así, si lo que buscas es un plan más a la fresca, tienen una terraza exterior que vale la pena. Con una buena variedad de opciones y un ambiente agradable, nuestra comida fue bastante bien. Así que, por las dudas, mejor llama antes si son muchos o si preferirías estar dentro.
Si te preguntas si La Petite Brasserie es un lugar adecuado para familias con niños, te diría que sí, aunque hay un par de cosas a considerar. Por un lado, la comida es sabrosa y parece que los más pequeños disfrutarían de lo que ofrecen. El servicio es increíblemente amable, y el ambiente acogedor también ayuda a que los más chiquitines se sientan cómodos. Pero ten presente que el espacio interior es un poco limitado, así que si tienes niños inquietos, planearlo en la terraza podría ser lo más recomendable. ¡Un sitio que podría convertirse en uno de tus favoritos, definitivamente!